«El ímpetu fue, es y será el punto de partida de la obra de Nancy Cabanillas, una obra que la trasciende. Es el lugar de inflexión, el de apoyo y el que utiliza de pivote a lo largo de su trayectoria. Y ese punto es solo el inicio.
Desde ese trampolín, nace su fuerza creadora, una fuerza que se convierte en el hilo conductor desde el cual nos induce a su arte visceral., su mensaje subliminal, su metafórico mundo real y su real mundo imaginario.»